lunes, 5 de noviembre de 2012

Clase del 22 y 29 de octubre


Desde un enfoque personal, la clase del 29 de octubre junto con el texto proporcionado por Alejandro, no sólo sirvió para pensar en los diferentes enfoques y metodologías de que disponemos (como dice mi compañera de clase Clara) sino también pensar en porque elegimos ciertos métodos para enseñar. Como dijo el profesor, ninguna metodología es mejor que la otra y es importante estar cómodo con la(s) metodología(s) que uno elija. No obstante, lo el texto ha subrayado para mí (aunque es muy posible que me equivoque) es que cuando enseñamos tenemos que tener muy en cuenta los procesos de aprendizaje de los alumnos para poder facilitar dichos procesos. Así, desde una perspectiva del constructivismo (creo), tenemos que dejar a los alumnos reflexionar sobre que significa para ellos lo aprendido y ‘reestructurar los conocimientos previos’.
Por  lo tanto, en mi opinión es muy importante ser conscientes de las diferentes metodologías y epistemologías que existen no sólo para tener opciones a la hora de enseñar, sino también para poder reaccionar de la mejor manera posible ante las necesidades de los alumnos, eligiendo metodologías y enfoques que responden a dichas necesidades. A mí me parece que utilizar varias metodologías y enfoques es productivo siempre y cuando las utilizamos para mejorar el proceso de aprendizaje del alumnado. Así, estoy muy de acuerdo con Alejandro cuando dice que de por sí una metodología no es mejor que otra. Sin embargo, a veces, creo que el contexto y las peculiaridades de la clase y de los alumnos hace que unas metodologías faciliten mejor el aprendizaje de los alumnos que otros. En este sentido, no sólo nos beneficia tener conocimientos de las diferentes metodologías para tener más opciones a la hora de enseñar, pero además para tener más posibilidades de facilitar el aprendizaje de los alumnos. 

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