sábado, 10 de noviembre de 2012

El case de J.


A nuestro grupo también se nos ocurrieron muchas preguntas e ideas que nuestros compañeros habéis abordado en este blog. Además, nos ha hecho pensar en algunos factores que no tuvimos en cuenta, por ejemplo si los padres de J presentan más atención a la hermana menor o si los padres realizan actividades juntos con J.
Para no repetir lo que ya habéis contado, pensamos que sería mejor destacar los otros puntos en los que habíamos pensado.
Con respecto al contexto familiar, también querríamos saber más información con respecto a la relación entre los padres, y no sólo entre J y sus padres. Por ejemplo, si tienen un conflicto de opiniones que ha resultado en un ambiente conflictivo en el hogar. Además, nos pareció que hay estilos parentales diferentes que también podrían tener que ver con el comportamiento de J. La madre parece tener un estilo más controlador y centrado en el adulto (autoritario) y el padre, según la información que tenemos cuando J dice ‘ya pasa de mí!’ parece tener un estilo más permisivo y centrado en el adulto (indiferente). Podría ser que la realidad no fuera así, pero si es la realidad que J. percibe pensamos que los efectos en su comportamiento podrían ser igual de conflictivos.
Con respecto al contexto escolar, nos interesaba saber quien tomó la decisión de cambiar a J. de instituto, ¿él estuvo de acuerdo con el cambio o la decisión la tomaron sus padres sin consultarle? Como la madre es profesora, también nos gustaría saber donde trabaja, por si también pudiera estar influyendo en el comportamiento de ella y de J.
Como bien han dicho nuestros compañeros, es muy importante saber lo que J. quiere hacer con su vida puesto que su conducta de hacer novillos no refleja lo que supuestamente cree (terminar los estudios). Es posible que los sentimientos que supuestamente tiene (terminar el graduado) puedan ser una construcción de ideas establecidas por sus padres (y la sociedad en sí), pero la situación volátil por la que está pasando haya creado unas emociones y unas reacciones impulsivas que seguro que ni J. entiende.
Por lo tanto, estamos de acuerdo con los otros grupos cuando dicen que hay que hablar con J. para averiguar lo que realmente quiere hacer él, por ejemplo si le gustaría más ir por la vía del PCPI. No obstante, no debemos destacar la posibilidad de que J. sí quiera terminar el graduado, pero después de todo lo que ha pasado y el comportamiento de los padres se sienta vulnerable y sin tener ningún control de su vida, por lo tanto intente huir de ella en vez de afrontar la realidad (sobre todo de su adopción) que ni sus padres son capaces de afrontar.
Asimismo, estamos de acuerdo en que es imprescindible hablar con los padres para preguntarles la información que nos falta para analizar el caso bien, y a la vez intentar conseguir que los padres piensen en lo que podrían hacer mejor en vez de en qué hace J. mal.
En cuanto al tema de los porros y la posible expulsión nos ha gustado la idea de nuestros compañeros de que haga un trabajo comunitario. También habíamos pensado en una charla dirigida no sólo a J sino al curso entero (ya que todos sabemos que no será el único que fuma porros). El orador podría ser alguien que se metió en drogas cuando era joven y cuente su experiencia y como perjudicó su futuro. Sea cual sea la resolución del instituto, no creemos que su expulsión sea la medida correcta, ya que eso le perderá aún más. Además existen varias vías para alumnos con problemas educativos así, por ejemplos los programas de atención a la diversidad y los planes de compensación educativa.
Grupo de María Gomez, Juan José Ballesteros,  Rachel Villar Duran y Nikki Quinlan

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