miércoles, 21 de noviembre de 2012

En relación al caso de 'J' he encontrado un resumen hecho por Jorge Reyes de un capitulo del libro Cómo educar al niño adoptado de L. Ruskai. Es interesante algunas cuestiones que no siempre se toman en consideración cuando se trata de un niño adoptado. L. Ruskai dice:


Los padres adoptivos son personas muy dedicadas

Amor y compromiso. Han analizado muy bien su decisión de ser padres y son muy conscientes de ello. Aunque también hay casos en que esto no se da y uno de los dos lo ha hecho por el otro…

El impacto de la infertilidad. Algunos padres piensan que la infertilidad es una “señal” de que su destino es no ser padres y esto les crea una sensación de miedo constante. Esto puede hacer que los padres adoptivos se vuelquen demasiado en el niño y lleguen a ser sobreprotectores y hay que tener esto en cuenta para no caer en ello.

Esperar demasiado. Los padres adoptivos muchas veces, con su entusiasmo normal, esperan demasiado de sus futuros hijos y los idealizan mucho (algo que ocurre menos si el niño adoptado tiene algún tipo de deficiencia) Leer libros y observar a niños de la misma edad que el que han adoptado es una buena forma de no formar expectativas demasiado elevadas.

La importancia del ambiente. Los padres adoptivos a veces piensan que la máxima influencia que va a recibir el niño es por parte de ellos y que deben ser perfectos y dar el máximo. Los padres adoptivos por lo tanto deben saber que la genética es una parte importante en sus hijos y aceptarlo como tal. 

Las reacciones de las personas ajenas a la familia. En este sentido puede haber dos extremos. Hay algunos que piensan que los padres adoptivos son perfectos y otros que no se solidarizan en absoluto cuando los padres adoptivos expresan sus dificultades porque no los consideran “padres auténticos”

Conciliar nuestras expectativas con la realidad. Procaccini y Fiefaber advierten de los peligros de los padres que esperan demasiados de la felicidad que obtendrán con el hecho de ser padres. Los padres que adoptan niños con necesidades especiales contrariamente se decepcionan menos. 

Los hijos adoptados: aspirar a la perfección

Querer ser perfectos. Algo muy común en los niños adoptados es que creen que están en deuda con los padres adoptivos y que tienen que ser perfectos para que estos no los abandonen y para agradecerles que les hayan adoptado

Fantasías sobre la familia ideal. A veces los niños adoptados piensan que cómo serán sus padres biológicos, en cómo habría sido su vida con ellos y esto puede afectar emocionalmente a los padres adoptivos, pero deben saber que es algo normal. 

El sentimiento de pérdida. Muchas veces los padres piensan que estos sentimientos de tristeza se dan inmediatamente después de la pérdida y se sorprenden de que aparezcan años después sin saber muy bien porqué aparecen en ese momento. Es importante en estos momentos que los padres se muestren cercanos a sus hijos ayudándoles a expresar sus sentimientos de forma positiva referente a esta pérdida. 

Desencadenar el recuerdo de antiguas pérdidas. Muchas de las veces que los niños reaccionan tarde ante las pérdidas es que en su momento no tuvieron las condiciones idoneas para asimilarlas. Hay determinados momentos como cumpleaños, reuniones familiares… que disparen los recuerdos del niño y le hagan sentirse especialmente mal, sobre todo en las Navidades. Hay que ayudar a los niños a expresar sus sentimientos de tristeza lo que es especialmente difícil en fechas en las que se supone que tenemos que estar alegres como las Navidades

Nuevas pérdidas. Si el niño no ha asimilado correctamente pérdidas pasadas, pérdidas presentes pueden despertar emociones y recuerdos asociados. Muchas veces la reacción del niño ante una pérdida parece desproporcionada y es precisamente porque está despertando recuerdos de otras.

Autorización para volver a querer. A veces los niños necesitan despedirse de su antigua familia y obtener su “bendición” para ser capaces de querer a otros y dejarse querer

La adopción es distinta

El sociólogo David Kirk habló de algo que él llamaba “handicap de rol” en el cuál en un padre adoptivo surgen discrepancias entre cómo él pretendía formar una familia y cómo ha terminado siendo y que ser capaces de percibir estas discrepancias les ayuda a hacer las modificaciones necesarias para sentirse bien.

3 comentarios:

  1. No sé si es mi impresión, pero en ese resumen se centran en los padres y sus aspiraciones, preocupaciones,etc. sobre el hijo antes de que este aparezca en sus vidas y no se centra en realmente cómo educar a un niño adoptado.
    Las medidas que se toman a la hora de educar a un niño adoptado o de acogida son totalmente diferentes a las de un niño biológico en muchos casos.
    Es verdad que los niños adoptados o acogidos se sientes solos y sin sentimiento de pertenencia a una familia, sin vínculo, y quieren el reconocimiento pronto y fácil y les da igual cómo llegar a ello. Por ello, creo que una herramienta básica es la comunicación, y que, a través de ella, ellos logren comunicar lo que realmente piensan sin pensar si es lo que los mayores quieren oír o no.
    Indudablemente, y en resumen, es diferente educar a un niño en adopción o de acogida, pues no conocemos su macro y microsistema y no sólo vale en conocerlo, sino que tanto hijo como padres lo afronten y lo pongan en relación con lo que puede estar sucediendo alrededor.

    Laura Martín-Pérez González

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  2. Estoy de acuerdo contigo que la comunicación es esencial entre padres e hijos, pero no siempre esa comunicación es efectiva ya que los padres e hijos pueden sentir esos lazos afectivos de una manera diferente. De todos modos lo que veo más importante en la relación padres-hijos es el afecto que mutuamente tengan.

    Ana María Pérez

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  3. Personalmente, el texto para mí sí que ha destacado la necesidad de comunicar con los niños adoptados (en ocasiones especiales, años después de la adopción etc.), aunque no trata tanto de cómo educarlos sino como tratarles. Y creo que en el caso de J la educación que los padres le han dado no es problema, el problema es cómo han tratado el tema de la adopción y sobre todo la falta de comunicación- lo que el texto destaca como un problema grave. Además, con respecto al caso de J, otro aspecto importante que subraya el texto es el idealismo y la necesidad que sienten de ser perfectos-tanto los padres como el hijo- y a mi parecer esto es exactamente lo que ocurre en el caso de J. Tanto J quiere terminar el instituto para complacer a sus padres y ser el hijo ‘perfecto’, y los padres piensan que no están haciendo su trabajo bien si no termina el instituto.
    Muchas gracias por el texto Ana, me ha ayudado mucho a entender el caso de J y a lo mejor la situación de uno alumno/alumnos en el futuro.

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