lunes, 10 de diciembre de 2012

Búsqueda de la identidad en la adolescencia

He estado leyendo algunas de las últimas entradas del bolg, y en lo relativo a la búsqueda de la identidad en la adolescencia alguna me ha hecho reflexionar sobre la adolescente que más cerca tengo en estos momentos, y que, tengo que confesar, es conejillo de indias para poner en práctica lo que vemos en clase de Aprendizaje y Desarrollo de la Personalidad. 

En mis años de profesora particular me he encontrado sobre todo con adolescentes de 17 o 18 años, ya que antes de esa edad no se estudia Dibujo Técnico. Sin embargo, hace un par de años, comencé a dar clase de Mates a una alumna de 1º de ESO. Edad = 13 años. 

Hoy tiene 15, y está en ese momento de su vida en el que siente que tiene que elegir, que definir quién es y sobre todo... qué quiere ser. El sistema educativo la obliga: el curso que viene tendrá que hacer la elección más importante de su vida hasta ahora... "¿soy de letras o soy de ciencias?"

La pobre no tiene ni idea. Me dice, y con razón... "Sólo tengo 15 años!!". 

Es curioso porque al ser su profesora durante 2 años y verla cada semana he ido percibiendo su cambio, su madurez, como poco a poco iba creciendo. 

Con 13 años las clases de mates consistían en:
Profesora: " 4 entre 2 son 2". 
Alumna: Copia, copia, copia... no discute. Entiende el concepto y lo asume como verdad absoluta "Me lo ha dicho mi profesora".

Con 15 años: 
Profesora: "Las ecuaciones de 2º grado se pueden resolver de varios modos"
Alumna: "Ya... ¿y tú crees que en la vida voy a necesitar saber hacer ecuaciones de 2º grado?"
Profesora: "Ehh... pues depende. Si vas a trabajar en ciencias es bastante importante saber resolver ecuaciones. Imagínate que trabajas en la NASA y por un número se te va el astronauta a Venus"
Alumna: "Hala... ¿en serio? ¿Eso puede pasar?"

La respuesta "hala, ¿en serio?" la escucho casi cada semana. Así pues se ve la diferencia. Las clases de una hora cuando estaba en 1º de ESO nos cundían bastante, porque eran unidireccionales. Ahora, me cuestiona todo y tengo que decir que yo me parto de risa con sus reflexiones. Quiere saber para qué vale todo eso que tiene que meterse en la cabeza. 

Hace un par de semanas no había exámenes a la vista y el temario era bastante fácil, así que convertimos la clase de Mates en clase de Orientación. Tengo la suerte de haber estudiado el mismo plan que ella (yo también hice ESO y Bachillerato) y estuvimos hablando de las vías de Bachillerato y de lo que va a escoger en los cursos posteriores. 

Como he dicho al principio del post no tiene ni idea de qué va a escoger. Pero me llamó la atención que me dijera que ha pensado en hacer una carrera de ciencias porque quiere "ganar mucho dinero cuando sea adulta". 

Yo soy su profesora desde hace tiempo y sé que no tiene cualidades para estudiar una carrera de ciencias. Su madre me cuenta que en letras es un hacha. Saca notazas en Lengua e Inglés, y además, sé que va a clases de ballet en una escuela muy prestigiosa y que se le da genial. Le hablé del Bachillerato de Artes. Ni sabía que eso existía. 

Su percepción es que carrera de ciencias = ingeniería= pastaza. 

En las clases que doy veo muchos estudiantes metidos en un Bachillerato de Ciencias con calzador, incómodos con las asignaturas que les ha tocado estudiar sólo porque creen que así tendrán una vida mejor. Me da pena porque sé que Lucía sería una gran lingüista (se expresa increíblemente bien para tener 15 años) o que podría continuar su carrera artística, pero lo que percibe de la sociedad es que el éxito consiste en tener mucho dinero, no en ejercer de la mejor manera tu profesión, sea la que sea. 

Ahí estuvimos hablando del tema un buen rato. No sé qué escogerá finalmente, pero desde luego, se siente perdida. 



7 comentarios:

  1. Me ha gustado mucho tu entrada María. A mis dos primeros alumnos les di clase desde 6º de Primaria a 4º de la ESO así que vi toda la evolución, y cómo bien dices, los últimos años había clases que más de inglés y lengua eran de orientación. Pero no fueron ellos sólo los que evolucionaron, yo también. Recuerdo que uno de ellos, en mis últimos días (me iba de auxiliar de conversación a Reino Unido así que no iba a poder darles clase el curso siguiente) me dijo "jo anda que no estabas nerviosa el primer día que me diste clase ni nada"... Y es que yo también cambié de estudiante de primer año enfrentándome a mi primera clase particular a recién licenciada.
    En cuanto al tema de las "vocaciones", es gracioso ayer uno de los chicos a los que doy clases de 17 años me dijo que quería estudiar ingeniería informática y luego trabajar para Apple porque así le darían I-Pod 5 e i-pads gratis (y está en 2º de Bachillerato, a unos meses de tomar esta decisión).
    Todavía recuerdo que en clase de biología en 4º de ESO, nos pusieron un video de una operación y muchos de mis compañeros (que querían ser médicos porque "eso da mucha pasta")se horrorizaron al ver como abrían a una persona...A la hora de la verdad creo que sólo uno de todos ellos ha estudiado medicina.

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  2. Interesante post, tanto por la descripción de los cambios evolutivos en relación al aprendizaje (algo parecido a lo que vimos sobre Perry) como sobre todo las cuestiones acerca de la identidad, vinculado a qué estudiar. Buen trabajo de orientación, vaya que sí.

    Si queréis leer más sobre cuestiones de identidad, os sugiero este post, de una exalumna.

    http://www.mary-poy.blogspot.com.es/2010/04/cambios.html

    Un saludo

    Alejandro

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  3. Ah... y otra: http://laraalcantaragonzalez.blogia.com/2008/112001-me-declaro-oficialmen-en-crisis-i-parte-.php

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  4. Gracias, María, por este post. Me ha parecido muy acertado en relación a todo lo que se está planteando en clase.

    Ahora miraré los dos que sugiere Alejandro.

    Gracias a todos.

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  5. Vengo de leer el primero y me quedo con estas dos cuestiones que aparecen en el post: "¿Puedo pararme en mitad de una transición? ¿Puedo quedarme sentada en medio del camino?"

    Y recuerdo, sin querer, los dibujos que colocó Alejandro en clase en relación a "continuidad" y "etapa". Concretamente, aquel en el que aparecía un camino con bifurcaciones. (¡Uy! ¡Borges! ¿Por qué viene a mi cabeza el título "El jardín de senderos que se bifurcan?)

    No creo que ambas cosas, transición como proceso continuo" y un momento de "quedarse sentada" sean incompatibles. Al tomar una decisión se valoran muchas cuestiones como las consecuencias, lo que te gusta y lo que no, etc. Ese pensamiento no se corta, es continuo, y aunque pudiera parecer que estás quieta, estás activa, reflexionar también es construir. Y ahora, creo que voy a recuperar parte de la lectura de ese jardín de Borges... Concepto de novela interminable, concepto de proceso de aprendizaje... Sí, creo que voy a retomar algunas páginas.

    Un saludo para tod@s.

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  6. Robert Frost THE ROAD NOT TAKEN

    Two roads diverged in a yellow wood,
    And sorry I could not travel both
    And be one traveler, long I stood
    And looked down one as far as I could
    To where it bent in the undergrowth;

    Then took the other, as just as fair,
    And having perhaps the better claim,
    Because it was grassy and wanted wear;
    Though as for that the passing there
    Had worn them really about the same,


    And both that morning equally lay
    In leaves no step had trodden black.
    Oh, I kept the first for another day!
    Yet knowing how way leads on to way,
    I doubted if I should ever come back.

    I shall be telling this with a sigh
    Somewhere ages and ages hence:
    Two roads diverged in a wood, and I--
    I took the one less traveled by,
    And that has made all the difference.

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  7. http://www.poets.org/viewmedia.php/prmMID/15717

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