domingo, 9 de diciembre de 2012

Una reflexión sobre la identidad y la adolescencia

Llevo días pensando sobre cómo escribir esta entrada (que va a ser mi primera entrada en el blog, pero nunca es tarde...). Concretamente, desde la clase del lunes de Aprendizaje y Desarrollo de la Personalidad en la que hablamos de la identidad en la adolescencia. Trabajando con adolescentes y formándome para ser futura profesora, vuelvo muchas veces a mi adolescencia. Pienso que la mejor manera de comprender a los adolescentes es poniéndonos en su lugar y eso, como hemos mencionado muchas veces en clase, es fácil, puesto que ya hemos sido adolescentes. Por muy precoces que nos parezcan ahora comparados con nosotros, yo creo que no hay tanta diferencia. Con i-pod 5 o Alcatel One Touch Easy o ni siquiera móvil, la adolescencia es un periodo de cambio. Es el momento en el que una persona empieza a construir su identidad, a ver quién quiere ser (o a veces simplemente quién no quiere ser) y a empezar a cuestionar lo que nos rodea.   

Creo que una de los aspectos que marcan el paso de la infancia a la adolescencia es que se deja de "idolizar" a los padres. Recuerdo un poster que he visto bastantes veces llamado "Padre, 7 verdades de tu hijo" que dice algo así como " a los 7 años: Papá es un sabio, todo lo sabe. A los 14 años: me parece que papá se equivoca en algunas de las cosas que dice". Pasamos de confiar ciegamente en lo que dicen nuestros padres a lo contrario, cuestionar todo. 

Cuando somos niños nuestros padres, hermanos mayores, profesores son nuestro modelo . Yo por ejemplo, cuando de pequeña me preguntaban que quería ser decía sin dudar profesora y secretaria (las profesiones de mis padres). Bueno, con la primera respuesta no iba tan desencaminada (aunque que quede claro que mi padre es profesor de ciencias y yo pronto tuve claro que lo mío eran los idiomas), pero estoy segura que la segunda era por que es lo que veía en casa. Algunos niños ahora responderán "futbolista", pero una gran parte responderán las profesiones de sus padres. ¿Cuál era vuestro caso?

Así que en la adolescencia empezamos a construir nuestra propia identidad, no un reflejo de nuestros padres. ¿Pero somos completamente independientes a la hora de construír nuestra identidad como adolescentes? Ahí entra en juego un factor llamado sociedad que parece que impone unos modelos alejados de la realidad y que parece que son los que tenemos que seguir.  A finales de los 90 quizás el photoshop no estaba tan extendido, pero sí que estábamos enganchados a series en los que actores que pasaban los 25 interpretaban a chicos de nuestra edad. Y las chicas queríamos ser como ellas, y los chicos querían ser como ellos. Y para colmo, tu cuerpo empieza a cambiar y para nada se parece a ese ideal que señala la sociedad, porque claro tus cambios son reales y los modelos que se proponen no (en todo caso antinaturales). Con esto me refiero a la apariencia física, que tantos problemas causa. Luego también, está el tema de "ser guay" y "no ser guay". Hay ciertos gustos que están bien vistos, mientras que otros te convierten en un "rarito". Por eso creo que muchos adolescentes parecen clones, porque en realidad no son ellos mismos sino lo que se supone que tienen que ser para ser aceptados. 

Pero llega un momento en el que de verdad empezamos a construir nuestra propia identidad. En el que empezamos a "pasar de todo" y ver lo que de verdad nos gustaría ser. Aunque esto nunca es fácil, y hay veces que seguimos influenciados por la sociedad, el qué dirán...  Como dijimos en clase, uno nunca deja de formar su identidad, entendiendo identidad por lo que uno es. Hay veces que uno está muy seguro de quien es, de lo que quiere ser, de hacia donde quiere llevar su vida y ciertas experiencias te hacen replantearte todo. Pero creo que todo esto es parte de la vida y es lo que la hace interesante. 

Bueno, al final me ha quedado un batiburrillo de reflexiones que no sé hasta que  punto encontrareis interesante (o estaréis de acuerdo con ellas) pero es todo lo que he venido pensando estos días y me gustaría expresarlo aquí. Un saludo y buen inicio de semana a todos.

María Gómez 

1 comentario:

  1. Hola María

    Yo estudié Psicología llevando la contraria a todos, mis padres, mi jefe de estudios, mis profesores, incluso mis hermanos (a mis amigos les daba igual, no nos metíamos con esas cosas). No fue fácil, pero tampoco lo viví como algo duro o desagradable. Es ese tipo de decisión donde empezamos a construir quiénes seremos y por qué. Siguiendo con mi caso, no tenía ninguna referencia cercana que hubiera estudiado Psicología (al psicólogo de mi colegio, ja... mejor ni nombrarlo).

    Si lees el archivo de Identidad, puedes conectar este tipo de decisiones con el modelo teórico de los Estatus de Identidad de James Marcia.

    Me gustó tu batiburrillo ;) describes bien esa transición entre el tercer y el cuarto orden de conciencia.

    Un saludo

    Alejandro

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